viernes, 27 de noviembre de 2015

Información para toma de decisiones

Información para toma de decisiones

Artículos - Negocios 

 Hoy es indispensable utilizar la información para toma de decisiones, verificación de los resultados de las decisoines, y volver a analizar. ¡Ya la tecnología está disponble!

Hace mas de veinte años que vengo trabajando, en operaciones, analisis de información, servidores, bases de datos y en la búsqueda continua de nuevas maneras de impactar con tecnología de información y comunicaciones las estrategias de los negocios.

Desde ese entonces, pensaba en lo que se debia ofrecer: “Sistemas de Información para la toma de decisiones que generen resultados.”

Estos sistemas de información requerían de primera mano toda la infraestructura necesaria para recopilar la información, por lo general en documentos físicos; digitalizarla valiéndonos de unas personas “digitadotas” que eran muy rápidas grabando datos, y luego procesando estas “transacciones” a través de programas, cuyo objetivo principal era asentar los movimientos del período respectivo y reflejar básicamente hechos históricos.

A partir de esta información que entregábamos, en listados o reportes porque era el medio preferido y más económico, los diferentes usuarios y clientes tomaban las acciones pertinentes. Si las cuentas por cobrar estaban muy atrasadas, se estructuraban campañas para hacer gestiones de cobro. Si los inventarios de ciertos productos estaban muy bajos se emitían ordenes de producción, o si muy altos, se hacían campañas para salir de la mercancía.

Lo importante era que se tomaban acciones concretas con base en la información buscando el beneficio de la empresa. Y había que esperar hasta el otro mes que se volvía a procesar la información, para determinar si se había tenido éxito en la estrategia o no, y volver a tomar acción.

Hoy tenemos información en tiempo real, y tal vez multiplicada en volumen unas mil o díez mil veces. Además de la información que reúne cada transacción, está la información complementaria sobre el entorno bajo el cual se llevó a cabo la transacción. También contamos con herramientas que permiten modelar en tiempo real y hacer proyecciones muy cercanas a la realidad que se presentará en el futuro.

Y ya no solo está la información disponible en los sistemas centrales, sino que con la movilidad actual, tenemos como alertarnos en nuestros dispositivos móviles cada vez que sucede un hecho “fuera de lo común” en la parte transaccional para poder tomar acciones cada vez más cercanas al proceso.

Con todo y esto, todavía nos topamos con empresas para quienes el proceso de información sigue siendo para la forma descrita de hace veinte años. Siguen trabajando solo para los reportes ordinarios, a pesar de amasar un gran volumen de información.

Que tan fácil sería para un banco por ejemplo, poder predecir cuándo un cliente podría atrasarse en el pago de una cuota de un crédito y ofrecerle un esquema más cómodo de pago, sin esperar a que el cliente se atrase, entre en problemas mas profundos y ya no haya como arreglar el problema.

Ahora el “pecado” es que tenemos muchos datos, y hasta podemos producir información, pero no hacemos nada con ella. Estoy seguro que quienes hoy tienen un sitio Web, en su gran mayoría, no tiene implementado un sistema estadístico que le permita monitorear el desempeño de las acciones sobre el mismo y determinar cual contenido es de interés, cual no. Qué páginas son las mas vistas, o cuales son las preguntas mas frecuentes sobre los servicios. Menos aún, hacer campañas de obtención de prospectos a partir del uso del portal.

Lo más curioso es que estos sistemas de estadísticas son gratuitos y producen hasta más información de la que uno quisiera, pero como ayuda en el momento de pasar de tener “un sitio Web” a tener una “estrategia efectiva con el uso de herramientas de la Web”. Los resultados se obtienen, y son monumentalmente mayores que cuando no se usa la información.

Debemos volver al uso de la información para toma de decisiones que generen resultados. Ahora tenemos las herramientas que no teniamos hace 20 años, habrá que formar a las personas para que puedan interpretar esta información, tomar las decisiones, monitorear el resultado de las mismas, volver a medir, y volver a decidir

jueves, 26 de noviembre de 2015

La verdad sobre los jugos que hacen adelgazar

La verdad sobre los jugos que hacen adelgazar

Estoy bastante acostumbrado a que la gente que viene a mi casa me diga: "Wow, este lugar es súper saludable. No lo puedo creer". Como usted puede o no saber, se requiere de unas cuantas personas para mantener un buen programa de dieta en marcha.

Tuve una especie de "retiro" en mi casa, en el cual invité a tres de mis empleados para que vengan a trabajar desde mi casa, y a pasar algún tiempo juntos.
Cada vez que quería atender a los invitados, tratando de ser la "anfitriona perfecta", les preguntaba "¿Alguien quiere algo? ¿Algo para comer o tomar?"
Una de mis empleadas me respondió: "Sí, me gustaría tomar un poco de jugo, por favor". Haciendo todo lo posible por ocultar mi enojo, le dije: "No tenemos ningún jugo. ¿Puede se agua o un té? "
Sin entrar en detalles sobre la conversación, esta empleada no podía creer que no hubiera jugo en la casa. Además no podía creer que mi hijo no tomara jugo, y que sólo tome agua (no se preocupen, no la despedí).
El jugo es una de esas bebidas que muchas personas perciben como saludable, especialmente cuando está etiquetado como natural u orgánico y dice que está hecho de ingredientes naturales.
Permítanme aclarar esto ahora mismo: el jugo nunca forma parte de un plan de alimentación saludable, a menos que sea jugo recién exprimido en la cocina de su casa y con sus propias manos o con un exprimidor.
"Pero mi jugo dice que es orgánico, natural y con 0% de azúcar agregada. ¿Está bien? "
Bueno, le he dedicado una cantidad significativa de tiempo a leer la etiqueta de casi todos los jugos, y en todos veía lo mismo... toneladas de AZÚCAR. Lea las etiquetas y verá que cada gramo de hidratos de carbono en el jugo proviene directamente del azúcar.
"Pero todos los carbohidratos de las frutas también proviene del azúcar ¿o no?"
Sí, las frutas son azúcares casi en su totalidad (procedentes de la fructosa), pero una fruta entera también contiene mucha fibra y vitaminas que se pierden cuando se hace un jugo, se lo embotella y se lo almacena durante mucho tiempo.
"Pero mi jugo está fortificado con calcio, vitamina D y hierro (o lo que sea con lo que estén fortaleciendo el jugo en estos días)".
Cuando se "fortifica" cualquier alimento o bebida con vitaminas y o minerales, su cuerpo es lo suficientemente inteligente como para saber que no es la versión real de ese nutriente en particular.
Tal es así que va a optar por no usarla. Sí, todos estos productos enriquecidos no le aportan las vitaminas ni los minerales que su organismo necesita. Usted debe obtener estos nutrientes de fuentes naturales, tales como frutas y verduras reales (es decir, comida de verdad).
Así que si usted es un amante del jugo, como muchas otras personas que han caído en la trampa de que el jugo es saludable, aquí hay algunas estrategias que le ayudarán a saciar su necesidad de jugo, y al mismo tiempo seguir un plan de alimentación saludable.

1. Cómprese un exprimidor de calidad y haga su propio jugo. Hay muchas variedades de jugos deliciosos y nutritivos que usted puede hacer con un exprimidor, y que le aportarán una gran cantidad de vitaminas y minerales.

Uno de mis favoritos es el de zanahoria, manzana y jengibre. Pero tenga cuidado. Si usted es como yo, y es sensible a los excesos de azúcar, le sugiero que tome porciones de 1/4 litro o menos, o mezclar el jugo con un poco de agua.
También le sugiero exprimir más verduras, y no tantas frutas. Esta es una gran forma de mejorar la nutrición, sin tener que comer verduras todo el tiempo (en especial en el caso de los niños.
También le recomiendo agregarle a su jugo fresco complementos de proteínas y grasas saludables, para mantener su nivel de azúcar en sangre equilibrado.
Lo mejor es tomar el jugo inmediatamente después de exprimirlo, ya que cuanto más tiempo tarde en tomarlo, más se reducirán sus valores nutritivos. Usted puede guardar su jugo en un frasco de vidrio con tapa hermética y llenarlo hasta el tope.
No debe haber ni una mínima porción de aire en el frasco, porque el oxígeno del aire (que tiene aproximadamente 20% de oxígeno) “oxidará” el jugo. Envuelva el recipiente con papel de aluminio para bloquear la entrada de luz. La luz afecta al jugo.

2. Haga mi favorito: el "jugo de té". Si usted no conoce esta receta, aquí está:

5-6 saquitos de té de hierbas descafeinado (por ejemplo, de menta, manzanilla o té de frutas)
¾ Litros agua hirviendo
Edulcorante en polvo (o líquido) a gusto
Vierta el agua sobre los saquitos de té en una olla grande. Agregue edulcorante, mientras el té está caliente. (Elija la cantidad de acuerdo con el dulzor deseado). Deje que el té se enfríe, retire los saquitos y pase el té a una jarra o a botellas pequeñas, y póngalo en la heladera.

3. Prepare su propia limonada. Conozco gente que ama esta bebida, y que la toma casi a diario (tenga cuidado si usted es sensible a los cítricos fuertes como el limón). Mezcle el jugo de medio limón, con 5 gotas de edulcorante líquido y ¼ litro de agua en una taza grande.

Puede agregar un poco más de edulcorante o limón si lo desea. Esta bebida es una gran alternativa para aquellas personas que prefieren agregarlo un poco de sabor al agua
Entonces, ¿qué le serví al final a mi empleada? ¡Agua! (Y ella se compró un sobre de jugo cuando fuimos a almorzar). Bueno, lo intenté.
Así que ahora que he demostrado por qué el jugo no es bueno para su salud y cómo usted puede preparar sus propias bebidas saludables, ¿por qué no aprender más acerca de los alimentos que le harán perder grasas?

Por Isabel de los Ríos, nutricionista certificada y autora de "Comer para perder", una obra que utiliza un enfoque original y alternativo para adelgazar en forma permanente y saludable. 

martes, 24 de noviembre de 2015

Los trabajos estresantes acortan hasta tres años la vida, según un estudio de las universidades de Harvard y Stanford

Los trabajos estresantes acortan hasta tres años la vida, según un estudio de las universidades de Harvard y Stanford





Las personas con el más alto nivel de instrucción fueron menos afectados por estrés en el trabajo que las personas con menos educación

Si eres de los que constantemente se queja de su trabajo y cree que tanta carga o estrés laboral te están “matando”, debes tener en cuenta que según un estudio realizado por la Universidad de Harvard y Stanford, esto puede ser cierto (ver más abajo enlace al artículo original).
Ambas universidades han cuantificado cuánto puede reducir tu esperanza de vida trabajar en un lugar estresante. El estudio sugiere que la cantidad de vida perdida es equivalente a la tensión; aunque su daño varía con la raza, nivel educativo y género en hasta casi tres años de vida.
Las investigaciones anteriores han mostrado una variación increíble de la esperanza de vida. El estudio encontró que los hombres y las mujeres con menos de 12 años de educación tenían una esperanza de vida que aún estaba a la par con la mayoría de los adultos en 1950 y 1960.
Las investigaciones anteriores han demostrado también que la inseguridad laboral, largas jornadas laborales, cargo de trabajo y otros factores de estrés, pueden reducir la esperanza de vida de los trabajadores mediante la adopción de una pesada carga sobre la salud del trabajador.
El estudio se repartió en 18 grupos de personas de diferentes razas, niveles educativos y género.  Luego se analizaron 10 factores del lugar de trabajo incluyendo el desempleo y los despidos, la falta de seguro de salud, el trabajo por turnos, largas horas de trabajo, la precariedad laboral y el conflicto trabajo-familia.
Los datos muestran que las personas con menos educación tienen muchas más probabilidades de acabar en puestos de trabajo con prácticas menos saludables, contra aquellos con más responsabilidad laboral, quienes desarrollan menos estrés al tener una calidad más alta laboralmente.
La raza y el género también jugaron un papel. Los negros y los hispanos perdieron más años de vida a causa del trabajo que los blancos. Las mujeres hispanas educadas perdieron significativamente más de su vida útil a las condiciones de trabajo que los hombres hispanos con el mismo nivel educativo.
Algunas de las categorías que los investigadores estudiaron tomaron un peaje más grande en la esperanza de vida que otras. En todos los grupos, el desempleo, los despidos y la falta de seguro de salud fueron los factores que ejercieron mayor influencia.

Fuente: SDPnoticias y The Washington Post